El cambio tecnológico está transformando profundamente las ocupaciones y las habilidades que requiere el mercado laboral en todo el mundo. Sin embargo, hasta ahora no existía evidencia sistematizada sobre cómo se están dando estos cambios en América Latina y el Caribe. ¿Qué ocupaciones han crecido más en los últimos años? ¿Cuáles son las habilidades más buscadas por los empleadores? El futuro del trabajo en América Latina y el Caribe: ¿cuáles son las ocupaciones y las habilidades emergentes más demandadas en la región?, la tercera entrega de la serie sobre el futuro del trabajo del BID, combina datos provenientes de encuestas de hogares y fuentes no tradicionales para entender el impacto de la cuarta revolución industrial en el mundo del trabajo.
Cambios en la demanda de ocupaciones y habilidades
Este estudio muestra que una gran parte de las ocupaciones que más crecen en América Latina y el Caribe están relacionadas con la economía digital (como especialistas en computación o desarrolladores de software) o con servicios personales (como personal de seguridad, limpieza o de servicios de belleza). A su vez, cae el empleo en las ocupaciones asociadas con la producción y mantenimiento, como personal de instalación, reparación y mantenimiento.
Gran parte de las ocupaciones que más crecen en América Latina y el Caribe están relacionadas con la economía digital o con servicios personales.
Estas tendencias están asociadas con el cambio tecnológico. Al igual que en otros países fuera de la región, se observa una caída en el empleo en ocupaciones que más fácilmente pueden reemplazarse por la acción de las máquinas (como es el caso de los operarios), mientras que aumenta el empleo en ocupaciones que son difíciles de automatizar porque en ellas predominan las tareas poco predecibles o codificables. Este es el caso de las ocupaciones del conocimiento que hacen un uso intensivo de la capacidad de razonamiento (como sucede con ingenieros, arquitectos, científicos o programadores), y también de muchas ocupaciones del sector servicios que los robots o algoritmos aún no pueden realizar.
Sin embargo, a diferencia de lo que se observa en los países desarrollados, en América Latina y el Caribe la automatización no ha afectado todavía a las ocupaciones del conocimiento que son más fácilmente automatizables (tales como personal administrativo o vendedores). Tampoco se detecta en la región la polarización salarial que algunos estudios han mostrado en las economías avanzadas. Aun cuando se observa un aumento en la participación del empleo de las ocupaciones del conocimiento (las cuales en su mayoría requieren estudios universitarios), los salarios en estas ocupaciones han caído en relación con otras ocupaciones. De hecho, el estudio encuentra que un creciente porcentaje de personas con estudios superiores no puede encontrar empleo como profesional y termina empleándose en otras ocupaciones.
Un creciente porcentaje de personas con estudios superiores no puede encontrar empleo como profesional y termina empleándose en otras ocupaciones.
Nuevas fuentes de información
Al tiempo que la tecnología está transformando el mercado de trabajo, también está habilitando el surgimiento de nuevas fuentes de datos y nuevas soluciones para entender mejor esta realidad y ayudar a los gobiernos y a las personas a navegar este cambiante mercado laboral. Las redes sociales y los portales de empleo en línea, por ejemplo, nos ofrecen información muy valiosa acerca de las trayectorias laborales de las personas y las habilidades que pide el mercado, lo que nos permite ayudar a las personas afectadas por la automatización a encontrar un nuevo empleo. En este sentido, el estudio presenta una herramienta que funciona como un GPS del mercado laboral, utilizando este tipo de datos para revelar qué habilidades se requerirían para transferirse de una ocupación a otra en Argentina, Brasil, Chile y México.
Las redes sociales y los portales de empleo en línea nos ofrecen información muy valiosa acerca de las trayectorias laborales de las personas y las habilidades que pide el mercado.
Las fuentes no tradicionales nos ofrecen un mecanismo muy costo-efectivo para monitorear el impacto de la cuarta revolución industrial en el empleo, pero hay que tener en cuenta que estas plataformas no representan a todo el universo de trabajadores y vacantes que existen en un país. Además, es importante considerar la gestión ética de los datos de las personas. Combinar las fortalezas de las distintas fuentes de información nos permitirá entender mejor cómo adaptar los sistemas de formación a las nuevas demandas del mercado de trabajo, para que las personas puedan progresar en trayectorias de aprendizaje y laborales exitosas.
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