jueves, 26 de noviembre de 2020
martes, 24 de noviembre de 2020
Cómo influye la carrera en tu cerebro?
Correr mejora no solo tu salud física, sino también mental
La carrera a pie, que data del 776 a. C., fue el primer evento olímpico que se celebró. Hay algo en este deporte que lo distingue de los demás. Durante una carrera, las diferentes sensaciones de cansancio y alegría que siente un corredor sugieren que correr tiene un efecto bastante evidente en nuestro estado mental.
Recientemente, un número creciente de neurocientíficos ha tomado nota de esto y ha arrojado algo de luz sobre lo que sucede con precisión en nuestro cerebro cuando salimos a correr.
La investigación ahora confirma lo que los corredores saben por propia experiencia: correr es una gran herramienta para mejorar el estado de nuestra salud mental.
La investigación lo demuestra
En particular, vivimos en una era de abundancia de datos. En un mundo donde la información nos es bombardeada desde todas partes, nuestros teléfonos inteligentes, las redes sociales, la televisión y la red de personas en constante crecimiento. El mundo se está haciendo más pequeño; sin embargo, nuestra mente y cerebro aún no han evolucionado para acostumbrarse a toda la información que la vida nos arroja.
En este escenario, es aún más crítico que las personas tomen descansos. Salir a correr puede ayudarnos a recuperar algo de control. No puede haber una solución universal para todos los problemas. Eso sería como el santo grial de la medicina y la salud, demasiado bueno para ser verdad. Sin embargo, los pequeños pasos que se toman durante un tiempo pueden tener un efecto considerable en nuestra salud física y mental.
Un estudio de investigación en 2018 realizado por Nicholas J. Hanson de la Universidad de Western Michigan, por ejemplo, muestra que correr durante 30 minutos más o menos aumenta el umbral de frecuencia crítica de parpadeo (CFF) , un parámetro para evaluar la función cognitiva . Las funciones cognitivas son procesos cerebrales que nos ayudan a realizar una tarea; nos dan concentración y mejoran la memoria. El estudio sugiere que el ejercicio de estado estable realizado a una intensidad vigorosa aumenta la función cognitiva más que los ejercicios de estado estable cortos, fatigantes y más prolongados.
Otro estudio demuestra que la carrera a intervalos basada en sprints en intervalos de 5 a 10 minutos mejora la cognición en los adolescentes. Este mismo punto también se apoya acumulando siete semanas de entrenamiento a intervalos .
Un aparente estudio de imágenes cerebrales dirigido por David Raichen relata todo lo anterior. Fueron testigos de dos diferencias destacadas en la actividad cerebral en corredores y no corredores:
- Se observa una mayor actividad en las regiones frontales del cerebro en los corredores, que es responsable de la memoria y otras funciones ejecutivas.
- También se observa que hay una disminución de la actividad en la "red de modo predeterminado" (DMN) del cerebro , la red que se activa cuando estamos inactivos. Se sabe que DMN es responsable de nuestro divagar y de las llamadas voces internas de la mente. También se dice que la DMN está asociada con la depresión clínica . En este aspecto particular, la meditación y la carrera parecen tener efectos similares. Parece ser lo lógico, ¿verdad? En los días estresantes, una carrera al aire libre parece calmar nuestros nervios, algo así como un efecto terapéutico.
Cómo correr combate el estrés
Cuando estamos bajo estrés, ocurren los siguientes cambios en nuestro cuerpo:
- El sistema nervioso simpático (SNS) se activa y, simultáneamente, el sistema nervioso parasimpático (SNP) pierde su capacidad para contrarrestarlo. El SNS está asociado con la respuesta de "huir o luchar", mientras que el SNP está asociado con las actividades del cuerpo de "descansar y digerir".
- Los procesos metabólicos convierten el aminoácido Triptófano en Knyurenine (está bien tomarse su tiempo para pronunciarlo). Una parte de esta Knyurenine llega al cerebro, donde se asocia para inducir depresión relacionada con el estrés, esquizofrenia y trastornos de ansiedad .
- Lo que sucede es que durante el ejercicio, hay una acumulación de una enzima llamada quinurenina aminotransferasa (sé que esto también es un bocado) en nuestros músculos. Esta enzima descompone la knyurenina anterior y evita que ingrese al cerebro.
- Como resultado, hacer ejercicio o correr puede drenar nuestro torrente sanguíneo de la sustancia inductora de estrés mencionada anteriormente que se sabe que crea problemas de salud mental.
Lo anterior proporciona información poco común sobre el vínculo entre nuestro cerebro y el cuerpo, sin mencionar el subidón de endomorfinas además del ' subidón del corredor ' asociado .
La forma en que elegimos tratar nuestro cuerpo tendrá un impacto directo en nuestro cerebro.
En mi experiencia
Para poner las cosas en contexto, no soy un corredor experimentado. Apenas han pasado más de tres meses que me he puesto en marcha. Sin embargo, después de mis carreras diarias, me he sentido más ligero y un poco más relajado. Sin embargo, esto no significa que correr sea una solución a todos los problemas de salud mental. Si usted o alguien en su vecindario enfrentan ansiedad o problemas relacionados, deben considerar visitar a un consejero médico experimentado. Aceptar ayuda nunca es un signo de debilidad, sino un signo de fortaleza.
En consecuencia, la carrera y los ejercicios aeróbicos han demostrado tener importantes beneficios para la salud mental y, con suerte, después de darse cuenta de esto, usted también saldrá a correr con más frecuencia.
domingo, 22 de noviembre de 2020
Motivación y más
FUENTE: Marian Rojas Estapé es médico psiquiatra. Más información en: https://marianrojas.com/
Es autora del libro "Cómo hacer que te pasen cosas buenas", https://marianrojas.com/2018/10/18/te-pasen-cosas-buenas/jueves, 19 de noviembre de 2020
sábado, 14 de noviembre de 2020
viernes, 13 de noviembre de 2020
Cómo responder a la pregunta "¿por qué quieres trabajar aquí?" en una entrevista de trabajo
Se trata de una de las cuestiones más difíciles de responder en este trámite tan cargado de nervios que debes pasar para que te acepten en la compañía a la que te postulas
Todos en algún momento de nuestras vidas, menos aquellos que tienen la fortuna de poder vivir sin trabajar, debemos pasar por esta prueba que supone tantos nervios y quebraderos de cabeza: las entrevistas de trabajo son el trámite en el que debes demostrar lo muy dispuesto que estás a entrar en la compañía y las habilidades que te hacen ser el candidato ideal para el puesto.
Hay muchas preguntas comprometedoras que te podrían poner en un apuro. Algunos CEOs de grandes compañías como Elon Musk siempre sorprenden a sus candidatos con las cuestiones más inesperadas e inverosímiles. Pero entre las clásicas preguntas destacan la de hacer un repaso de tus destrezas y flaquezas, así como la más primordial que puede hacer que triunfes y consigas el trabajo: "¿Por qué quieres trabajar aquí?".
Tu respuesta vendrá condicionada por dos variables: en caso de que realmente estés postulándote a un trabajo cualificado para el que llevas mucho tiempo preparándote, la contestación saldrá casi sola. Hablará tu entusiasmo y tu pasión por la profesión, que sin duda serán un gran punto a favor para que el reclutador acabe quedándose contigo. Sin embargo, si en realidad lo que te mueve es simplemente disponer de una fuente de ingresos y no es nada vocacional, posiblemente te sea mucho más difícil de hallar una buena respuesta.
Ese momento incómodo
"¿Cómo no voy a querer trabajar en la empresa si lo que necesito es 'pasta'?", pensará cualquiera que esté en la situación. En este caso, esto es lo peor que puedes mostrar realmente, ya que no inspiras ninguna confianza a tu empleador. En vez de reflejar esta desesperación, lo mejor que puedes hacer, según explica un experto en búsqueda de empleo llamado Amir Shayan en un interesante artículo de 'Mel Magazine', es realizar una investigación en profundidad sobre la empresa a la que te postulas como empleado.
"La gente contrata a personas que conocen, que les agradan y en las que confían"
"El mayor error que cometen los candidatos al responder a esta pregunta tan difícil es no mencionar ninguna información relevante relacionada con la actividad de la compañía", admite Shayan. Otro experto consultado. Tom Dehnam, ve crucial el hecho de mostrar entusiasmo por el puesto, cueste lo que cueste: "Lo que tienes que dejar claro es: 'Quiero este trabajo'", aconseja.
Al fin y al cabo, lo que más decanta la balanza a tu favor es el entusiasmo y la transparencia que reflejas en tus actos y en tus palabras. "La gente contrata a personas que conocen, que les agradan y en las que confían", recalca el experto. "La entrevista al final es un concurso de popularidad". En resumen, se trata de establecer una buena conexión con el jefe de recursos humanos. ¿Qué hacer si, por ejemplo, estás postulándote a un trabajo en un restaurante de comida rápida, a simple vista nada apetecible? "Mi padre solía llevarme cuando las hamburguesas costaban 35 centavos. Tengo muy buenas habilidades de servicio al cliente y tengo gran facilidad para dibujar una sonrisa en el rostro de alguien", propone Denham.
Amanda Augustine, asesora laboral, opina que en caso de no estar nada entusiasmado por el puesto debes considerar aquellos detalles del mismo que pueden hacerte progresar en tus habilidades laborales generales. "¿Este puesto podrá hacerme mejor vendedor o al menos me ayudará a descubrir una industria que no conozco?", plantea la experta. Al fin y al cabo, siempre hay que tratar de ver el lado bueno de las cosas, aunque a simple vista parezca que no lo tienen.
Otro de los consejos que más repiten los expertos es no demorarse demasiado en las respuestas, ya que divagar nunca es bueno. Es mejor exponer las ideas claras y sencillas que perderte en tu propia respuesta. "Si se trata de una entrevista de una hora, debes responder en un minuto más o menos, si es de media hora, tan solo en 30 segundos", concluye Denham. Además, este consejo es especialmente útil, pues cuanto menos hables menor es la probabilidad de decir algo que te descarte del proceso de selección.
domingo, 8 de noviembre de 2020
Los 7 tipos de coaching: ontológico, organizacional, personal
El coaching se trata de una metodología que busca el máximo desarrollo personal y profesional de las personas.
Esta disciplina se instaura como un proceso sistemático que favorece el aprendizaje y causa cambios cognitivos, emocionales y conductuales.
El concepto en sí es amplio y es por ello que existen distintos tipos de coaching dependiendo del área de trabajo y del método que se desempeñe.
Coaching personal
Se puede decir que el coaching personal es el modelo tradicional que siempre se ha usado. Se le ha denominado comúnmente como ‘Life Coaching’ porque se trata de una metodología que busca el bienestar de las personas en distintas facetas de su existencia.
El trabajo principal radica en los proyectos de vida, la misión personal o los objetivos marcados.
Coaching deportivo
Es la metodología que pone énfasis en la motivación y el desarrollo óptimo del potencial del deportista, así como el empoderamiento y las habilidades de liderazgo.
En este caso, el coach también focaliza y tiene en cuenta el trabajo en grupo. Para ello también opera con el entrenador, los árbitros y el grupo de deportistas.
Coaching organizacional
El late motiv del coaching organizacional consiste en transformar las compañías a través de sus empleados, logrando así una expansión de su potencial con un reporte de resultados deseados.
El papel que tiene el coach en este caso es el de guiar a la empresa para que aprendan a tratar las dificultades desde la base, eliminándolas cuanto antes y así evitar que se extiendan a otras áreas no afectadas. Al fin y al cabo, como pasa con el coaching personal, se trata de conseguir el bienestar de las personas dentro de la empresa para que todo vaya sobre ruedas.
Coaching empresarial
Sirve para empresas u organizaciones en general. Se incide en la gestión del tiempo, en el empoderamiento, en las relaciones entre los trabajadores o la satisfacción de los clientes.
Coaching ejecutivo
El coaching ejecutivo está dirigido a altos ejecutivos. Se centra en el desarrollo del liderazgo y explora las habilidades de dirección o el rendimiento personal entre otras cuestiones.
Distintas vías en función del método empleado
Como hemos dicho, existen tipos de coaching dependiendo del área en el que se plantea o la disciplina que se usa.
Saber gestionar las emociones, cambiar de hábitos o incluso lograr equilibrar la vida personal y laboral de las personas es lo que busca el coaching y existen métodos para llevarlo acabo: ontológico, cognitivo, sistémico o con inteligencia emocional.
Coaching ontológico
En el caso del coaching ontológico la metodología se centra en la observación del lenguaje y las herramientas lingüísticas que la persona usa. Así, puede entrar en materia de corrección y mejora de la manera en la que el coachee se expresa.
Se vale del lenguaje y las emociones, de conversaciones o del movimiento corporal para provocar el cambio.
Coaching cognitivo
Esta metodología permite transmitir de manera eficaz los conocimientos durante el proceso, ya que entrenan las propias funciones cognitivas, expresivas y receptivas como la memoria, el aprendizaje y los pensamientos de las personas.
Coaching Sistémico
El coaching sistémico coloca a la persona dentro de un sistema y mide las consecuencias y causas que tienen las acciones que realiza en su entorno.
Coaching con inteligencia emocional
Conseguir el bienestar propio siempre depende del autoconocimiento, de la forma de regular nuestras propias emociones. Así, el uso de la inteligencia emocional es útil en este caso.