miércoles, 30 de agosto de 2017

Once razones por las que te despedirían

agosto 30, 2017 0


Si peleas frecuentemente con tus compañeros de trabajo, si tratar contigo es un desgaste permanente, también te despedirán


1. Te despedirían si no agregas valor claro y visible, si los resultados de tu trabajo no son fácilmente cuantificables o medibles o si siempre tienes excusas para no cumplir con los plazos. Si tiendes a culpar a terceros o “al mercado” por tu baja performance, o si tu jefe te pregunta con frecuencia “¿pero qué haces todo el día?”, ya sabes.
2. No estar comprometido con la organización o con el propósito común es una buena razón por la que te despedirían. El compromiso, así como la lealtad, son vitales para tener éxito en el trabajo y se demuestran con señales a veces sutiles pero claras y consistentes. Cumplir con lo acordado, dar lo mejor de uno, trabajar con ganas son, por ejemplo, señales claras de compromiso, más aun si el cargo es de responsabilidad o liderazgo.
3. Si te “defiendes” de los cambios y las ideas novedosas, saboteas las nuevas iniciativas para defender tu statu quo o “la manera como siempre hemos hecho las cosas aquí” o si es evidente tu falta de entusiasmo para innovar, aprender cosas nuevas, cambiar o mejorar, puedes dar por hecho que te despedirían.
4. Si peleas con frecuencia con la gente con la que trabajas (incluso con los clientes), si tratar contigo es un desgaste permanente o si vives de conflicto en conflicto con todos sin esforzarte por controlar tu mal carácter, tu negatividad o tu mala actitud, también te despedirían.
5. También te despedirían por ser indiscreto o por divulgar información confidencial que puede dañar a la organización, a su gente, a sus productos o servicios. Por supuesto, también si eres incapaz de guardar un secreto profesional o si andas divulgando por calles y plazas lo que pasa puertas adentro de la oficina.
6. Te despedirían por desleal. La falta de lealtad es quizá la razón más poderosa para perderle la confianza a alguien y no significa necesariamente llegar a extremos como robar, mentir o engañar. Ser desleal también tiene que ver con no velar por los intereses de la organización o ponerlos en riesgo, por usar mal sus bienes o usarlos en beneficio propio o, peor aun, por hacer cosas que pongan en riesgo la reputación o imagen de la organización o que resulten beneficiando a la competencia.
7. Si andas hablando mal de tu jefe o de otras personas de la organización o, por supuesto, de la empresa misma o de sus productos, así sea “solo con tus amigos”. Si no estás contento en tu trabajo, siempre te puedes ir, dignamente y con clase.
8. El no ser solidario con el esfuerzo del equipo o ser aquel al que se le “cae el lápiz” a la hora exacta de salida, a pesar de que los otros están poniendo mucho de su parte para lograr una meta u objetivo común importante, hace evidente que eres fijo para la lista de a quienes despedirían.
9. Si eres arrogante, desprecias a tu jefe o a tus colaboradores, tratas de manipularlos o les faltas el respeto –o a cualquiera, en realidad– y encima vives quejándote de todo y de tu mala suerte en el trabajo, seguro que te despedirían y que difícilmente alguien te daría una buena recomendación.
10. Si tratas de tapar tus errores y haces lo imposible por ocultarlos sin aceptar la responsabilidad que te toca por los mismos, culpando además a otros, seguro que te despedirían.
11. Y si tu vida personal o financiera es desordenada, caótica o te resta energía impactando la calidad de tu trabajo, ya deberías saber que de esa no te salvas.

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domingo, 27 de agosto de 2017

Castigar con silencio es más peligroso que con palabras. Y se hereda de padres a hijos

agosto 27, 2017 0
Los autores de «La ciencia del lenguaje positivo» nos explican cómo construir un plan lingüístico familiar
«Las palabras son poderosísimas. Pueden llegar a determinar el rumbo de nuestro pensamiento, nuestra actitud ante la vida e incluso, nuestra salud y longevidad». Esa es la teoría de Luis Castellanos y su equipo, expertos en neurociencia, y autores del libro «La Ciencia del lenguaje positivo». En él plantean que el uso de determinadas palabras (o la ausencia de estas) en el día a día puede suponer la diferencia entre el éxito y la derrota en cualquier ámbito. «El lenguaje nos permite gestionar nuestra propia inteligencia», asegura. «Si nos parece normal dedicar todos los días un tiempo a cuidar nuestro cuerpo, a asearnos, vigilar nuestra dieta o hacer algo de ejercicio, ¿por qué no dedicar también a cuidar cada una de nuestras palabras?», se pregunta Castellanos.
—La mayoría de nuestros deseos están centrados en mejorar nuestras circunstancias, pero estamos lejos de plantearnos mejorar nuestro lenguaje: así somos, así hablamos.
—El lenguaje refleja nuestra existencia, nuestra historia, nuestras esperanzas. El lenguaje es un espejo de cómo somos. Cuando somos conscientes de nuestras palabras nos damos cuenta de que no vemos el mundo tal y como es, sino tal y como hablamos. Por eso quizá cambiando el enfoque de ese espejo también podremos enfocarnos de otra manera, cambiar, ambicionar cosas más grandes, una vida mejor, con más bienestar, más alegría y más salud.
—¿Cómo podemos cambiar el uso de las palabras?
—Habitando las palabras. Hablar es habitar el mundo. Deberíamos hacernos cargo de nuestros vocablos, de su destino. Un buen ejercicio es intentar identificar las palabras que queremos que adquieran importancia en nuestra vida, aquellas que queremos «habitar». Nos referimos a esas que te ayudan a crecer, que son las que deberíamos compartir, las que nos ayudan a transformar nuestras vidas y a dar lo mejor que tenemos a las personas que nos rodean.
—¿Por qué es tan importante buscar ese lenguaje positivo?
—Esta científicamente comprobado que el lenguaje positivo busca evolutivamente dirigir nuestra atención y nuestra voluntad hacia el aspecto favorable de las cosas y de la vida. Tomar conciencia de nuestro lenguaje es fundamental para escribir nuestro destino. Es más, las palabras influyen en nuestra posibilidad de supervivencia, ya que la expresión de emociones positivas hace que nos fijemos, que prestemos atención, a aquellos estímulos físicos y mentales que cada vez son más relevantes para llevar una vida duradera, plena y con el mayor grado de felicidad posible. Somos unos firmes convencidos de las funciones vitales del lenguaje positivo en nuestra mente ejercen una influencia creativa en las decisiones más profundas que tomamos. Nuestras decisiones lingüísticas crean nuestra historia.
—¿Palabras son hechos?
—Palabras son hechos siempre. Tanto si haces lo que has dicho que vas a hacer, como si no lo haces. En el primer caso estarás mostrando un estilo de acción que genera confianza, mientras que en el segundo caso tu estilo de acción generará otro tipo de respuestas. Este es el poder de las palabras.
—También en el sentido negativo. La pareja, los padres, o los hijos son los que suelen soportar los efectos devastadores del lenguaje de la ira. Es lo que José Luis Hidalgo, coautor del libro, ha denominado el «Hulk en casa».
—Esto es así. El enfado desmesurado se propaga con mayor facilidad en los entornos íntimos. Se trata de una cuestión de confianza, y hacemos uso de ello. Las mayores muestras de enojo las solemos cometer en casa, ese terreno que sabemos seguro y donde no hay que fingir. Después del enfado sabes que nadie se irá de casa, que te seguirán queriendo, y que todo quedará en un hecho puntual. Sin embargo, a menudo maltratamos a las personas que nos quieren bien con nuestros gestos indisimulados de fastidio, con nuestro lenguaje descuidado, con palabras hirientes.
—Sabemos entonces que descuidamos los entornos más queridos pero, ¿qué podemos hacer para evitarlo? ¿Cómo podemos reconocer y reconducir estas reacciones exageradas ante hechos insignificantes?
—Hay dos momentos clave para nuestro entrenamiento. Uno tiene que ver con «cómo llegamos a casa», y el segundo, con reconstruir o reparar lo que inconscientemente, hemos dañado.
—¿Qué puedes hacer en lo relativo a «cómo llegas a casa»?
—Es importante realizar un pequeño acto, una señal de respeto, frente a la puerta de entrada, que puede consistir en respirar antes de girar completamente la llave. Es un simple gesto con el que asumir que accedemos a otra energía, a un escenario con otro ritmo, y que al cruzar el umbral de la misma nos vamos a incorporar a un nuevo espacio. Físicamente tiene que ver con la pausa, con un momento de silencio que aprovechamos para observar, para ver de verdad a las personas que nos esperan.
—Pero, ¿cómo reparamos los daños una vez que Hulk ha hecho estragos?
—En este caso es importante cuidar nuestro diálogo interior y no culpabilizarnos en exceso. Solemos tratarnos duramente cuando perdermos los papeles, lo pasamos mal precisamente por haber hecho que lo pasan mal los demás, renegamos más de la cuenta y alargamos innecesariamente la reflexión sobre las causas de nuestro comportamiento. Pensamos que así podremos curar las heridas cuando es precisamente lo contrario. Para enfrentarnos a los daños causados por nuestra ira podemos decir: «devuélveme lo que te he dicho, no era para tí».
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martes, 15 de agosto de 2017

Habilidades sociales y emocionales: todo el mundo los ama, pero todavía no puede definirlos

agosto 15, 2017 0

Cada vez más, la gente en la educación está de acuerdo en la importancia de que las escuelas presten atención a cosas que no sean académicas.
Pero aún así, nadie está de acuerdo en cómo llamar a esa "materia".
Originalmente publiqué una historia sobre este tema hace dos años .
Como informé entonces, había un montón de términos que se solapaban en juego, de "carácter" a "grano" a "habilidades no cognitivas".
Este bagginess me molestó, como miembro de los medios de comunicación de la educación. También afectó a investigadores y políticos. Todavía lo hace.
En todo caso, el caso de los no académicos se ha vuelto aún más fuerte desde entonces. De hecho, ha sido consagrado en la ley federal. La Ley de Todos los Estudiantes Sucede que los estados miden por lo menos un indicador no académico del éxito escolar.
También hay nuevas investigaciones que indican que las intervenciones basadas en la escuela para promover las habilidades sociales y emocionales tienen grandes impactos positivos a largo plazo: un promedio de $ 11 por cada dólar invertido, según un análisisde la Fundación Robert Wood Johnson Un partidario de NPR).
Pero a pesar de todo el alboroto todavía hay - todavía! - no hay consenso sobre cómo definir estos indicadores, ni siquiera sobre cómo llamarlos.
"Básicamente, estamos tratando de explicar el éxito de los estudiantes educativamente o en el mercado de trabajo con las habilidades no directamente medida por las pruebas estandarizadas", me dijo originalmente Martin West, de la Escuela de Graduados de Harvard de Educación.
"El problema es que vas a las reuniones y todo el mundo pasa las dos primeras horas quejándose y discutiendo sobre la semántica".
West estudia lo que él llama "habilidades no cognitivas", aunque no está completamente satisfecho con ese término.
Esto no es sólo una cuestión semántica, argumenta Laura Bornfreund en la New America Foundation. Ella escribió un artículo sobre lo que ella llamó "Habilidades para el Éxito" porque no le gustaba ninguno de estos otros términos.
"Hay un montón de términos diferentes que flotan alrededor, pero también una falta de acuerdo sobre lo que realmente es más importante para los estudiantes".
Como decía Noah Webster, el gran lexicógrafo y educador americano, en 1788 : "Las virtudes de los hombres son más importantes para la sociedad que sus habilidades , y por eso el corazón debe ser cultivado con más asiduidad que la cabeza " .
Sin embargo, tampoco se le ocurrió un buen catchall.
Por lo tanto, en la tradición de Webster, aquí está un breve glosario de términos que se utilizan para hablar de ese cultivo del corazón.
LA Johnson / NPR
Según la Asociación para el Aprendizaje del Siglo XXI , un grupo de investigación y promoción, estos incluyen los "4Cs de pensamiento crítico, colaboración, comunicación y creatividad", así como "habilidades de vida y carrera" y "habilidades de información, medios y tecnología. "
El problema, dice West, es que "en todo caso, toda la evidencia sugeriría que en las últimas décadas de los siglos XX y XXI las habilidades cognitivas se hicieron más importantes que nunca". Así que este término, aunque se oye a menudo en los círculos empresariales y tecnológicos, no significa necesariamente el cambio de enfoque que algunos investigadores quieren.
LA Johnson / NPR
La educación del carácter tiene una larga historia en los EE.UU., con una gran moda en la década de 1930 y un renacimiento en los años 1980 y 1990. La red KIPP (Knowledge is Power Program) de escuelas charter, por ejemplo, tiene un plan de estudios de siete "fortalezas de carácter": grano, entusiasmo, optimismo, autocontrol, gratitud, inteligencia social y curiosidad.
"No somos religiosos, no estamos hablando de ética, no vamos a dar ningún tipo de doctrina sobre lo que está bien de mal", dice Leyla Bravo-Willey de KIPP Infinity en Harlem. "Pero hay algunas cosas fundamentales que hacen que la gente realmente grandes ciudadanos, que por lo general incluyen ser amable".
West sostiene que el uso del "carácter" es inapropiado en la investigación y la formulación de políticas debido a sus connotaciones morales y religiosas.
Señala que muchas de las cualidades de la lista KIPP -grit y autocontrol, por ejemplo- están diseñadas para preparar a los estudiantes para el éxito. "Eso está en tensión con una comprensión tradicional del carácter, que a menudo implica algo que es bueno en sí mismo y que a menudo incluye alguna noción de auto sacrificio", dice West.
Esa distinción no molesta a Bravo-Willey. Ella dice que la escuela está respondiendo a los propios deseos de los padres que sus niños sean felices y buenos así como acertados.
Vea también: En estos días puede que escuches a los educadores hablar sobre la importancia de la empatía o la toma de perspectiva .
LA Johnson / NPR
Grit es una virtud pionera con una larga historia americana - piensa en el Western True Grit clásico Cuando Angela Duckworth trabajaba en su disertación a mediados de los años 2000, eligió el término para encapsular las medidas de autocontrol, persistencia y conciencia que estaba encontrando para ser poderosos determinantes del éxito. Rápidamente se dio cuenta - tal vez demasiado rápido, me dijo el psicólogo de la Universidad de Pensilvania.
"Estoy agradecido por la atención, pero que la gratitud y el asombro fue reemplazado rápidamente por la ansiedad acerca de la gente que piensa que ya habíamos calculado las cosas". Ella está preocupada porque se está enfatizando demasiado el grano: En un artículo de 2015, argumentó que las medidas de arena no están listas para ser incorporadas en sistemas de rendición de cuentas de alto riesgo. "También me preocupa que la gente interprete mi posición de que ese grano es lo único que importa."
Grit ha atraído mucha atención y, naturalmente, eso viene con la crítica.
En los últimos dos años, algunos investigadores han argumentado que los efectos del grano han sido exagerados . Otros han defendido una mayor atención al contexto social del rasgo. Un niño que crece en el regazo de lujo simplemente enfrenta menos obstáculos. "Grit" puede ser visto como una forma de culpar a los niños que están luchando por el impacto de los barrios pobres o las escuelas con bajos recursos.
LA Johnson / NPR
Véase también: Agencia. Anindya Kundu, estudiante de doctorado en la Universidad de Nueva York que cuenta a Duckworth como mentor y Pedro Noguera, un eminente estudioso de la brecha de logros, como asesor, está investigando un concepto llamado agencia. Es como arena, pero diferente.
"La agencia es uno de los conceptos más antiguos de la sociología", dice. Básicamente, es "la cantidad de poder que una persona tiene que influir en su propia vida".
Agencia trae en el contexto social, la desigualdad estructural y la diferencia cultural. La gente que logra triunfar a pesar de crecer en la pobreza, Kundu ha encontrado, guardar su propia salud mental y la felicidad, teniendo una visión optimista. Aprenden a cultivar redes, tanto los íntimos de confianza como los nuevos mentores. Y forman metas y se sienten insatisfechos hasta que llegan a ellos.
Kundu ve su trabajo como "en diálogo con" la investigación de arena, teniendo en las circunstancias sociales de la gente, así como sus habilidades internas.
LA Johnson / NPR
Carol Dweck, la psicóloga de la Universidad de Stanford, eligió el término "mentalidad" en 2007 para el título de su libro más vendido.
La "mentalidad de crecimiento" es la creencia de que los rasgos positivos, incluyendo la inteligencia, pueden desarrollarse con la práctica. La "mentalidad fija" se refiere a la idea de que la inteligencia y otros talentos se establecen al nacer.
"En mis trabajos de investigación, tuve un muy, muy clunky científico-sonido término para el fijo y el crecimiento mentalidad", dice. "Cuando fui a escribir el libro pensé, estos no lo harán en absoluto."
Mentalidad ha cogido en tremendamente en los mundos de negocios y educación. Pero la preocupación de Dweck es que se está usando con odio para justificar cualquier intuición antigua que la gente pueda tener sobre el pensamiento positivo en el aula.
"Cuando la gente comienza a pensar, 'haré que los niños se sientan bien y aprendan,' así es como algo como el movimiento de la autoestima gana la tracción". Esa tendencia de los años 80 condujo a los lotes de trofeos pero poca mejora en logro.
LA Johnson / NPR
Ver también:
Resistencia. Pamela Cantor, de Turnaround for Children , comenzó su práctica médica en la atención de la salud mental en las comunidades pobres del Bronx.
"Lo que se ha llamado aprendizaje social y emocional ahora se está expandiendo para que se piense en: ¿Cómo se convierten los niños en estudiantes?" ella dice. Los niños que luchan con el control de los impulsos o la atención, dice, muy a menudo han enfrentado la adversidad y el trauma.
Al mismo tiempo, dice, los cerebros de los niños son especialmente maleables. En un entorno seguro y con relaciones de confianza, pueden mejorar su preparación para aprender. Esto es resiliencia.
La organización de Cantor aborda muchas de las cualidades bajo el paraguas socio-emocional, como mindfulness, mentalidad de crecimiento, autorregulación, apego, función ejecutiva y conciencia social. Pero en muchos sentidos, la resiliencia está en el corazón de lo que hacen.
"Una vez que los niños tienen un éxito en el comportamiento y llegan a reconocer que realmente tienen control sobre su comportamiento y pueden tomar mejores decisiones y lo reconocen, entonces toman mejores decisiones". Y entonces pueden aprender.
Este término está más fuertemente asociado con el trabajo del economista ganador del premio Nobel James Heckman. Realmente consiguió que todo este campo se desarrollara, analizando grandes conjuntos de datos para mostrar que atributos como la autodisciplina y la persistencia -no sólo el rendimiento académico- afectaron la educación, el mercado de trabajo y los resultados de la vida.
Este término es "feo, amplio, inespecífico", argumenta Carol Dweck - y ella es una fanática. "Soy la única persona que le gusta el término", dice. "Y te diré por qué: es un grupo muy diverso de factores y la razón por la que ha sido difícil llegar a un nombre es que no necesariamente pertenecen juntos."
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Martin West en Harvard usa este término él mismo, pero dice que siempre tiene cuidado de reconocer que puede ser "engañoso".
"Cada habilidad o rasgo es cognoscitivo en el sentido de que implica y refleja el procesamiento de información de algún tipo en nuestro cerebro", dice. Y West agrega que las habilidades académicas tradicionales con más frecuencia son complementos, no sustitutos, de las actitudes y rasgos de personalidad capturados por el término "habilidades no cognitivas".
LA Johnson / NPR
Aprendizaje Social y Emocional. Nadie con quien hablo odia este término. Y en los últimos dos años, parece haber ganado moneda.
"Cada vez más maestros que están en primera línea dicen que es muy importante enseñar a los niños a ser más social y emocionalmente competentes", dice Roger P. Weissberg, director de conocimiento de la colaboración para el aprendizaje social y emocional, que promueve el concepto y la En todo el país. "Los maestros sienten, y la creciente investigación apoya, que les ayuda académicamente, mejora el clima escolar, mejora la disciplina, y va a ayudarles a ser universidad y carrera - y vida - listo.
Harvard tiene un laboratorio llamado enfoques ecológicos para el aprendizaje emocional social, o EASEL. Stephanie Jones, que dirige el laboratorio, dice: "cuando entras en la definición y la terminología hay muchas superposiciones" entre campos. EASEL es un gran proyecto de taxonomía para resolver estos solapamientos y los enfoques basados ​​en la evidencia que van con ellos, para una docena de habilidades.
El único problema es que la parte de "aprendizaje" puede no ser vista como abarcando cosas que son más como actitudes o creencias, como la mentalidad de crecimiento. Y la parte "social y emocional", una vez más, puede ser vista como excluyendo habilidades que son realmente de naturaleza cognitiva.
LA Johnson / NPR
SEL estancamiento?
Alcanzado este mes, dos años después, Martin West dice que podemos estar listos para declarar un ganador por defecto.
"Los debates semánticos han disminuido un poco, pero más por el agotamiento que por el progreso hacia el consenso La mayoría de las personas parecen estar usando el aprendizaje social y emocional (o socio-emocional / socioemocional) como un todo".
Pero Bornfreund se está pegando a sus armas. "Todavía me refiero a ellos como habilidades para el éxito de corto, las habilidades, hábitos y mentalidades para el éxito sería el descriptor completo.Porque son cognitivos y académicos, y más que rasgos de carácter, esas etiquetas no encajan. No escucharon nuevos términos que se ajusten mejor ".
Fuente:

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domingo, 13 de agosto de 2017

Eliminar estos 3 hábitos, ¿si quieres ser exitoso?

agosto 13, 2017 0

Las buenas prácticas personales que pueden impactar a tu empresa incluyen el comer bien, ahorrar y cumplir con tus obligaciones fiscale

Por WeForum
El éxito o fracaso que tengas al crear un negocio que crezca se reducirá a los tipos de hábitos que incorpores en tu vida diaria.
Si sigues las costumbres de los emprendedores más exitosos, podrás aumentar tus posibilidades de convertirte en uno tú mismo. Las buenas prácticas personales que pueden impactar a tu empresa incluyen el comer bien, ahorrar y cumplir con tus obligaciones fiscales.
Por su parte, entre los buenos hábitos de trabajo se destacan hacer buen networking, mantener frescos los contactos de trabajo y aprender a delegar. Hay cientos de buenas costumbres que forman un negocio exitoso, pero desafortunadamente hay algunos malos hábitos que están tan integrados en los emprendedores que son difíciles de aniquilar.
Aquí están estas prácticas que debes reducir si no quieres aniquilar la prosperidad de tu marca:


1. Poner atención a las historias, no a los hechos

Hace dos semanas le dijiste a tu vendedor que sus números no eran suficientes y que debía esforzarse un poco más.
Desde entonces, esta persona no ha asistido a tus juntas de ventas semanales. La historia que te cuentas en tu cabeza es que está enojada, probablemente buscando empleo en otra parte. Te convences a ti mismo que ya no le importan las juntas porque va a dejar la empresa.
La realidad, probablemente, es muy diferente. Los hechos son que tú le dijiste que tiene que mejorar su desempeño y no ha asistido a dos juntas semanales. Es muy sencillo confundir las historias que nos contamos a nosotros mismos con lo hechos verdaderos de una situación.
Las historias crean emociones, lo que nos lleva a reaccionar y esas reacciones están basadas en conclusiones que hacemos de inferencias típicamente falsas. Un líder efectivo debe dejar de "contarse cuentos" a sí mismo y en su lugar, separar los hechos de las ideas que construye en su cabeza.


2. Solo creer en lo que crees

En muchas ocasiones, tus creencias fueron implantadas por otras personas a lo largo de tu vida. Construir un negocio requiere ser capaz de innovar, lo que implica cuestionar todo en lo que crees.
Tony Hsieh, CEO de Zappos, no creía que las personas dejarían de comprar zapatos por internet solo porque no se los podría probar. Entonces creo la primera línea de calzado por mercadeo digital.
Steve Jobs no creía que un teléfono solo debía funcionar como un teléfono. Pensaba que podía funcionar como una computadora, una cámara y un reproductor de música. Y nació el iPhone.
Una de las cosas más complicadas de hacer es romper el viejo hábito de aceptar todo aquello que te han enseñado a creer durante toda tu vida. Si no puedes romper esta mala costumbre, no podrás llevar a tu empresa a siguiente nivel.


3. Ignorar la crítica

Se necesita un ego saludable para construir un imperio. Para lograr tener una mega corporación, debes creer que puedes ser, hacer y tener todo lo que te propongas.
No obstante, uno de los hábitos más difíciles de romper es creer que eres mejor de lo que realmente eres. Es fácil revertirse a los viejos hábitos y defender el honor del “increíble negocio” que has construido cuando un empleado o cliente te dice que tu producto, servicio o actitud apestan.
Tienes 500 grandes reseñas de clientes y una que es terrible. Es muy sencillo ignorar ese mal comentario, pero si eres humilde, lo más probable es que te ayude a crecer mucho más que las otras 499 alabanzas

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